jueves, 12 de noviembre de 2009
Los 5 objetos...
Mire hacia donde mire veo objetos. Cosas aparentemente inservibles y en las que hasta ahora nunca me habría fijado, o al menos no de este modo. Y es que hasta este momento yo sólo las había considerado como lo que son: cosas; seres inanimados con una función única y determinada.
Quizá a partir de hoy deba empezar a mirarlas de otro modo. De ese modo del que antes hubiera pensado que sería como lo haría un loco.
LA GUITARRA
Esa desconocida que me hace pasar tan buenos momentos. Que tan difícil puede resultar de domar y tan agradable resulta cuando esta domesticada.
Sé que despiertas los sentimientos de muchas personas; desde grandes artistas, a pobres músicos callejeros. Te admiro porque tú eres capaz de arrancar sonrisas, de transmitir alegría y de hacer olvidar aunque sólo será por momentos los grandes problemas.
Déjame tocarte y acariciar tus curvas, déjame posar mis dedos sobre ellas como si de una mujer estuviese hablando. Sé que cada vez que te toco puedo sentirte parte de mí, puedo expresar mis sentimientos, y sentir escalofríos desde el primero hasta el último acorde; hasta caer rendido cuando te apagas y finaliza mi éxtasis.
EL LIBRO
Me apasiona, me intriga, me produce sensaciones que no puedo describir.
Esconde secretos que se van desvelando poco a poco, abre la puerta a un mundo distinto y me permite evadirme del mundo en el que vivo.
Compañero de viaje, amigo y el más sabio de los que conozco y que nunca conoceré.
Me resulta apasionante que pueda pasar de mano en mano, abierto a quien quiera meterse en él.
Da igual lo que escondas dentro, sé que no podrás defraudarme.
LAS ZAPATILLAS DE CASA
Las guardo en un armario; a oscuras, ajenas al mundo que las rodea. Soportan todo mi peso y mi abandono y siempre están ahí guardadas para cuando llego a casa.
Pero esconden mucho más de lo que se pueda esperar de ellas. Son quienes te esperan después de un duro día para hacerte sentir a gusto; en tu casa, en tu hogar. Incansables un día tras otro para hacértelo todo un poco más fácil. Son objetos amables, dispuestos a dar sin recibir nada a cambio.
EL SKATE
Golpes, patadas, pisotones; todo eso y mucho más tiene que sufrir este objeto.
Impasible ante cualquier situación lo admiro no sólo por los grandes momentos que vivimos juntos, sino por cómo puede llegar a fundirse conmigo mismo, haciéndonos uno, permitiéndome moverme a cualquier lugar, en cualquier momento, sin fallar nunca.
EL RELOJ-DESPERTADOR
Podría describirlo como mi peor enemigo, como la peor de mis pesadillas. Ese que siempre molesta cuando estás en lo mejor, gritando como un desesperado para devolverte a la cruda realidad.
Pero creo que es mucho más que eso. Admiro su capacidad para controlar en tiempo, imparable e impasible donde los haya. Siempre preparado para avisar de lo que yo nunca podrías acordarte por mí mismo: despertarme.
Estos son solo cinco de ellos, los más especiales. Pero esto me ha servido para darme cuenta que todo lo que nos rodea tiene algo que contar; por más inservible que parezca.
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